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Silverville, de Victoria Álvarez

O como yo lo llamo, La permanente angustia de saber si alguien sobrevive

Silverville es un pueblo mojigato e hipócrita del Oeste de Estados Unidos. Puesto que fue fundado tras el descubrimiento de una veta de plata, sus habitantes viven de la mina. La vida de las dos familias fundadoras no puede ser más distinta. Mientras que los Mallory parecen haberse extinguido tras la muerte de Angus, los Sullivan todavía cuentan con el patriarca y varios descendientes.

La vida de estos pueblerinos transcurre entre cotilleos sobre impíos hasta la llegada de Grace. Esta mujer es la esposa del que se consideraba el heredero perdido de los Mallory. Una mujer capaz de jugar al mismo tiempo tres partidas de ajedrez, tambalea con sus acciones y comentarios las creencias y, por tanto, los cimientos mismos de Silverville. Hay que decir que las beatas de este pueblo se alteran con una considerable facilidad.

 

Pero Ruby Lawrence, hija de Sullivan, no ve en la llegada de Grace el soplo de aire fresco del que todos hablan. Sólo problemas. Al fin y al cabo, fue su propio padre, con la ayuda de su esposo entre otros, quién asesinó al suegro de la recién llegada. ¿Y si el único motivo de la llegada de Grace es la venganza? ¿Sabe quién mató a su suegro? La misma portada ya te indica que están en pie de guerra, así que no hace falta adentrarse mucho en la lectura para comprobar que es así. No obstante, todo es más retorcido de lo que parece a simple vista.

A lo largo del libro ves los acontecimientos desde el punto de vista de estas dos jóvenes, sufres con ellas y te alegras con sus descubrimientos. Pero están enfrentadas, y sabes que nunca triunfrarán las dos, así que tienes el corazón dividido. Esas mujeres deberían aliarse, convertir el pueblo en cenizas, abandonarlo y conquistar el maldito planeta tierra. Pero no, el miedo a que ambas se conviertan en sus enemigos, pierdan la capacidad de amar y se vuelvan seres incapaces de distinguir el bien del mal es constante a lo largo del libro.

 

Y a pesar de ello te recomiendo el libro, porque al fin y al cabo, solo son víctimas de las decisiones de otros. Porque ambas tienen más que ofrecer de lo que les han permitido, porque son fuertes, listas y valientes. Lo que les mueve es el amor por su familia, y, sobre todo, porque son al mismo tiempo las heroínas y las villanas de su propia historia. Vamos, que son odiadas y amadas en dosis similares.

 

Espero que disfrutes de este angustioso pero apasionante libro editado por Nocturna.

 

¡Hasta pronto!

 

 

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